USO reivindica la negociación colectiva con perspectiva de género para reducir desigualdades

Reducir desigualdades: apoyarse en la negociación colectiva con perspectiva de género para reducir brechas económicas, de salud y de violencia

USO-Asturias ha participado de nuevo en el foro "Futuro en Femenino", organizado por el decano de la prensa asturiana, El Comercio, y que cada año refleja la situación de la mujer en la sociedad y debate los pasos necesarios para mejorarla, como el apoyarse en una negociación colectiva con perspectiva de género.

Tras varias semanas de actuaciones y proyectos relacionados con talleres y formación, se celebró en el Antiguo Instituto de Gijón la gala de cierre de esta 5ª edición, con la participación de USO en la mesa redonda de cierre: "Mujer y Agenda 2030". En ella se conjugó el papel actual de la mujer en la política y representación pública, el empresariado y el trabajo.

María Luisa Carcedo, diputada socialista por Asturias y exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar, introdujo las actuaciones en materia de Agenda 2030 y ODS con relación directa con la mujer; después, la gerenta de Aguas de Avilés, Carmen Álvarez, habló sobre el avance de las mujeres en el acceso a puestos directivos. Igualmente, denunció las trabas que muchas se siguen encontrando para ascender en los escalafones de las empresas, como muestran los órganos de dirección de las empresas cotizadas.

La negociación colectiva con perspectiva de género

En el plano laboral y sindical, la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, Laura Estévez, reivindicó la necesidad de utilizar las herramientas que la negociación colectiva pone a disposición de todas las personas trabajadoras y que permiten introducir medidas correctoras de la desigualdad.

"Al igual que la mujer ha estado mucho menos presente en la política, también ha ocurrido en el mundo sindical. Así, lo que hemos escuchado en ponencias anteriores sobre que la mujer no tiene por qué buscar un mejor sueldo en la industria, sino que mejoren las condiciones de los sectores feminizados, como el de la limpieza, tiene también mucho que ver con eso. Los colectivos tradicionalmente masculinos tienen una mayor trayectoria de sindicalización, frente a los marcos laborales de profesiones que tradicionalmente han sido femeninas y que siguen feminizadas. Así se puede entender que se lograra, por ejemplo, que enfermedades como la silicosis y otras relacionadas con la minería figuren como coeficiente reductor para las jubilaciones, pero que aún estemos peleando por el síndrome del túnel carpiano que tanto afecta a las limpiadoras y que les provoca tener que dejar de trabajar a los 50, 55 años, sin poder acceder a otro empleo y retirándose después con pensiones de 650-700 euros, que es la pensión contributiva más común entre las mujeres", remarcaba Estévez.

El plan de igualdad: la herramienta desaprovechada

Hace apenas un mes, USO presentó un estudio sobre la implantación de los planes de igualdad. En él se reflejaba cómo, a pesar de ser obligatorio para empresas con plantillas de más de 100 personas y ser igualmente obligatorio su registro, únicamente 1 de cada 4 empresas lo ha hecho.

"El plan de igualdad es una herramienta con muchísimas más posibilidades de las que pensamos. No es un documento que podamos obviar en la negociación colectiva. No todas las empresas tienen un convenio colectivo propio. Porque siempre va a haber un convenio sectorial que regule las condiciones de trabajo principales. Sin embargo, sí está establecido que el plan de igualdad debe ser de cada empresa porque ni siquiera en el mismo sector se pueden comparar situaciones. No podemos caer en los intentos que por parte de muchas empresas hay de firmar cualquier análisis de trámite o apresurarse a tenerlo para no quedarse fuera de procesos de contratación pública, por ejemplo. Debemos aprovechar el plan para detectar brechas y corregir desigualdades", animaba Laura Estévez.

En ese sentido, la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO ponía varios ejemplos de perspectiva de género en la negociación colectiva: "la prevención de riesgos laborales es parte de esa negociación colectiva que también debe hacerse con perspectiva de género. Durante estos ya casi dos años de pandemia, una demanda que, por ejemplo, tienen las trabajadoras del ámbito sanitario es que los EPI están diseñados para hombres, para su complexión, y no se adaptan y protegen igual el cuerpo femenino. O la prevención de riesgos durante el embarazo y la lactancia. Una cuestión en la corresponsabilidad en el cuidado, y otra muy diferente son el embarazo y la lactancia, procesos físicos que solo afectan a la mujer, y que deben estar reflejados con medidas especiales en el Plan de Prevención con esa perspectiva de género".

Por último, Estévez destacó que, "además de para luchar contra la violencia económica, reduciendo las brechas, el plan de igualdad protege para situaciones extremas, como la violencia de género en sus manifestaciones físicas. No vamos a entrar en todas las medidas que fallan antes para que se llegue a esa situación que debería ser corregida antes, pero la mujer víctima de violencia también puede contar con medidas especiales para su protección en el centro de trabajo a través del plan de igualdad: desde entradas y aparcamientos interiores hasta traslados de ciudad. Unas medidas que no deberían pesar sobre la víctima, pero que, aún sin corregirse en la sociedad, la protegen".

Convenio 189 de la OIT

En el repaso que María Luisa Carcedo efectuó de los convenios internacionales por la mejora de las condiciones sociolaborales de la mujer, USO afirmó "echar en falta el convenio 189 de la OIT, de mejores condiciones para las trabajadoras de hogar. Un convenio que mejoraría las condiciones de vida, de trabajo y de jubilación de un colectivo de mujeres especialmente vulnerable, pues se añade la circunstancia de que en su mayoría son mujeres inmigrantes que, muchas veces, tienen incluso una barrera idiomática para acceder a otro empleo. Aprovechamos el compartir esta mesa para trasladarle a María Luisa, diputada precisamente por el partido de Gobierno, la urgencia de ratificar dicho convenio".

Un guante recogido por la parlamentaria, que, no obstante, no se aventuró a ponerle ninguna fecha, pues "estamos trabajando en ese tema, es un compromiso, pero nos presenta muchas dificultades por ser los empleadores directamente familias y no empresas".

USO, en el programa de colegios por la igualdad

USO-Asturias ha formado parte de todas las etapas de "Futuro en Femenino". Dos delegadas sindicales de USO en la empresa de moda Stradivarius departieron con el alumnado del colegio gijonés San Vicente de Paúl sobre la importancia de la corresponsabilidad, la distribución equitativa de roles domésticos y la introducción a los planes de igualdad.

Isabel García destaca que, cuando comenzaron a hablar en el aulas de cómo se distribuyen las tareas en casa "las frases siempre empiezan por mamá: mi madre lleva a mi hermano al cole, mi madre hace la compra, mi madre esto, mamá aquello... Y, antes de llegar a qué es un plan de igualdad y por qué es necesaria esa corresponsabilidad, siempre tratamos de que se lleven la idea de que en casa todo es de todos, todas las tareas deben estar repartidas, porque tienen asumido en su mayoría ese rol de que es la mujer la que tira de todas las tareas domésticas y de cuidados".

Funciones que, inevitablemente, se trasladan a una diferencia de puestos de trabajo, de la que no escapa su empresa. "Es una cadena en la que trabajamos mayoritariamente mujeres. Sin embargo, nuestros jefes, los directivos, son hombres".

USO-Asturias participa en el programa de igualdad "Futuro en Femenino"

USO-Asturias participa en el programa de igualdad "Futuro en Femenino" en el colegio San Vicente de Paúl