Aumentan las paradas asturianas de 25 a 34 años y sigue retrasándose la edad de maternidad
La maternidad de las asturianas se ha retrasado menos que la media nacional por efectos de la crisis, ya que partía de mayor edad en 2008. En el caso del conjunto del país, en estos 11 años se ha retrasado desde los 29,3 hasta los 31 años, mientras que, en los 24 años anteriores, desde 1984 (año de referencia del fin de la juventud de hoy, 35 años), se había retrasado 3,64 años. “Aunque son cifras similares en cuanto a tiempo de retraso, hay una diferencia social importante. El retraso en la maternidad entre 1984 y los inicios de siglo se dio por una adaptación a los patrones demográficos de los países europeos con la llegada de la democracia, con una mujer que comenzaba a realizar estudios superiores e incorporarse al mundo laboral, retrasando así su maternidad; y, desde el inicio de la crisis, ya con una sociedad estabilizada, el tener que seguir retrasando esa maternidad se debe a problemas de estabilidad laboral de la juventud”, explica Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
En el caso de Asturias, “se ha retrasado menos porque el mayor ajuste se dio antes de 2008. Partíamos de una edad más temprana para la primera maternidad, obra de la economía boyante de la industrialización, y en 2008 ya hablábamos de una población envejecida y pocos niños, con la edad de maternidad por encima de la media. Durante la crisis ha subido poco más de un año, pero las asturianas siguen siendo madres más tarde que en la media del país”, continúa Estévez.
Son algunos de los datos demográficos que aporta el Informe sobre la “Situación sociolaboral de la Juventud en España 2018-2019”, elaborado por el Departamento Confederal de Juventud de USO con motivo del día internacional, conmemorado el 12 de agosto.
En relación con el paro, ha bajado el peso de los jóvenes menores de 24 años, pero ha subido la relación de parados de entre 25 y 34 años con respecto al total: “prácticamente podemos decir que uno de cada cuatro parados en Asturias está en esa franja de edad, un 22,9% del total de parados, un 0,4% más que en 2018. Sí hay menos peso de menores de 19, ha pasado del 2,6% al 1,5; y, sobre todo, de los jóvenes entre 20 y 24 años, que eran el 10,4% de los parados asturianos el año pasado y ahora son el 6,2. Hay varios motivos que lo explican. Además de que algunos pueden efectivamente haber encontrado empleo, también es cierto que las generaciones cada vez son menores: son menos los nuevos jóvenes de 16 años que los de 24 que se pasan de franja. Otros pudieron retomar los estudios ante la falta de perspectiva de empleo o emigrar. Pero sí hay un dato fácilmente interpretable, que tiene que ver nuevamente con las mujeres y la maternidad: cuando entramos en la primera franja de edad crítica, la de 25 a 34 años, se disparan las mujeres en paro. Veíamos que subían levemente en conjunto, pero entre los hombres bajaron, son las mujeres las que el año pasado suponían el 17,8% del total de paradas y hoy, el 23,1%”, analiza la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
El paro juvenil conlleva que, entre los menores de 30 años, solo hay un 17% de emancipación en Asturias, 2 puntos por debajo de la media. Y, si nos vamos a los adultos jóvenes, de 30 a 34 años, también figura entre las comunidades que están por debajo de la media, que es de 71,8%.
“Se busca emancipación”
Los datos nacionales del informe concluyen que, aún hoy, el 40% de los parados en España tienen menos de 34 años, a pesar de que se redujo el paro en este año, pero aumentó la actividad por debajo de la nueva actividad de los adultos. “hay un 1,5% más de ocupados jóvenes, frente al 2,38% global. La leve recuperación de datos del mercado laboral llega más atenuada a los jóvenes. Por eso, estamos hablando de que solo el 19% de los menores de 30 años se ha podido emancipar ya en España, la cifra más baja de los últimos años, por lo que hemos elegido para este día el lema ‘Se busca emancipación’. El precio del alquiler, que de media está en 832 euros al mes tiene también parte de la culpa. Hace falta que se potencia un parque de vivienda de alquiler a precio tasado que le permita a la juventud plantearse la independencia familiar”, explica Pablo Trapero, responsable del Departamento Confederal de Juventud de USO.
Con respecto a la formación de nuestros jóvenes, “efectivamente, es la generación mejor formada de la historia, pero, aun así, soportan más precariedad que los jóvenes de décadas anteriores, cuyos salarios aún no han superado. Casi todos trabajan en el sector servicios, castigado por norma general con peores salarios y horarios. Y, además, a pesar de estar mejor formados, vemos cómo el paro de los titulados superiores ha subido entre los menores de 30 años, y también los de formación profesional superior entre 25 y 29 años. De todas formas, estar formado otorga mayor oportunidad de encontrar un empleo, como se ve en las altas tasas de paro de quienes no tienen la secundaria. Es necesario no obstante revisar el contrato de formación y ligarlo a una formación dual que permita salvar el escalón entre acabar los estudios y empezar a trabajar. Solo un 0,18% de los contratos que se firmaron en este semestre en España son de formación”, explica Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.