Asturias echa el freno y se pone a la cola del paro interanual
El paro desde 2021 baja un 3,96 %, frente al 12,29 % de media, con una destrucción de empleo en Servicios que no se conocía desde 2011
El paro de agosto vuelve a terminar en números rojos para Asturias, cambiando la tendencia anómala del empleo durante la pandemia. El paro crece, de hecho, más que en 2019, cuando al finalizar el grueso de la temporada estival se destruyó menos empleo que este año. 518 personas se han registrado en las oficinas del Sepepa, un 0,88 % más, hasta las 59.224 desempleadas. Es, no obstante, un 3,96 % menos de paro con respecto al año pasado.
Asturias, que fue la primera región en recuperar el paro precovid, es ahora la primera en desacelerarse, con una bajada del paro interanual que no llega a la tercera parte de la media y que solo es peor en Andalucía.
El paro ha bajado en la construcción y el colectivo sin empleo anterior, ha registrado subidas muy leves en la industria y la agricultura, pero los servicios se han llevado un golpe como no se recordaba en las estadísticas: “hay que remontarse a agosto de 2011, en plena crisis financiera, para encontrar una subida mayor del paro. 591 personas han perdido su empleo en servicios este agosto. Aquel año fueron 655. Se acabaron los años excepcionales de temporada turística larga. El Principado debe centrarse en los sectores que promuevan la estabilidad, como la industria, la tecnología y los servicios no estacionales”, avisa Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias.
Crecen los parados de larga duración en el Principado
Por otro lado, además de bajar la contratación, también otro indicador preocupa: el del colectivo sin empleo anterior. “En agosto pasado, eran 5.660 personas. Hoy son 5.762. A pesar de haber bajado el paro con respecto a 2021, crece el de larga duración, ya que bajan las cifras de este colectivo en los menores de 30 años, pero suben en los tramos de 30 a 44 años y en los mayores de 44 años. Obviamente, en su mayoría no son personas que buscan su primer empleo, sino parados de larga duración que han perdido su adscripción sectorial. Son desempleados en riesgo claro de exclusión, para los cuales hay que disponer planes específicos”, urge Rivero.