Asturias, uno de los peores datos de contratación temporal en España y un abuso de la interinidad
El Principado de Asturias registró en el primer semestre del año los peores datos de contratación indefinida tras Extremadura, Andalucía y Cantabria. “Solo al 4,38% de los asturianos que le pusieron delante un contrato para firmar, se lo ofrecieron con duración indefinida. Es decir, de 174.313 contratos registrados en el SEPEPA hasta junio, únicamente 7.632 fueron de este tipo, frente a 166.681 de los diferentes tipos de temporales”, denuncia Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, sobre datos extraídos del informe “Anomalías de nuestro mercado de trabajo”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO.
En relación a esa temporalidad, la amplia mayoría, un 56,45% de los contratos firmados están catalogados como de “eventuales por circunstancias de la producción” y un 25,12%, por “obra y servicio”, lo que compone el grueso de la contratación temporal, un 81,57%. Sin embargo, “en Asturias se da una particularidad con respecto a otras autonomías, y es el elevado peso de las interinidades. Con un 12,32%, la cifra casi duplica la media nacional, y solo está por detrás de Euskadi, Melilla y Ceuta. En este caso, quienes más abusan de este tipo de contratos son las administraciones públicas, por lo que tanto el Principado como los ayuntamientos tienen que ponerse las pilas ya en rebajar esa alta tasa de interinidad de Asturias”, pide Estévez.
Aunque las cifras de contratación indefinida son ligeramente superiores a nivel nacional, el estudio destaca que el 30% de los contratos dura menos de una semana y que la duración media de un contrato en España es de 50 días: “hay trabajadores que viven en permanente temporalidad. Se sigue usando la fórmula de contratar de lunes a viernes para ahorrarse el pago del descanso semanal y volver a dar de alta a los trabajadores al lunes siguiente. Es necesario reforzar la labor de la Inspección de Trabajo para hacer un seguimiento y demostrar esas irregularidades justificadas desde el empleador por las ‘circunstancias de la producción’”, pide la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
Del más de un millón de nuevos ocupados en la última década en nuestro país, un 50,5% es temporal. Por eso, desde USO, se apuesta por “que se simplifiquen los tipos de contrato, pues el de obra y servicio, por ejemplo, es un coladero de indefinidos camuflados de temporales; que se penalice la contratación temporal y, especialmente, su abuso; y que se vigilen las causas que de verdad demuestran que un contrato sí debe ser temporal”, concluye Estévez.
La mayoría de los contratos los suscriben los hombres, a pesar de que hay más mujeres en paro, y los menores de 30 años, especialmente castigados por el encadenamiento de contratos. Los mayores de 50 años, que suponen el grueso de parados, sin embargo están marginados en la dinámica de contratación y les resulta más difícil reengancharse al mundo laboral.