Hasta febrero, crecieron los accidentes «in itinere» en un 12 % en Asturias

Los dos primeros meses de 2025 en Asturias se cerraron sin accidentes de trabajo mortales, pero con una subida de los siniestros in itinere

Asturias terminó los dos primeros meses del año sin accidentes de trabajo mortales, pero con un aumento de la siniestralidad in itinere. En cuanto a los accidentes laborales con fallecimiento, suponía un gran avance con respecto a 2024, cuando sí se registró un muerto. Sin embargo, la próxima estadística, que recogerá el mes de marzo, supondrá un duro batacazo al sumar los 5 trabajadores fallecidos en la mina de Zarréu.

USO-Asturias lamenta profundamente los accidentes laborales que, a pesar de no haber registrado fallecimientos en el periodo de enero y febrero de 2025, siguen representando una realidad inaceptable en el Principado y en el conjunto del país. La reducción de la siniestralidad mortal no puede ocultar el grave problema estructural de la prevención en los centros de trabajo, especialmente en sectores como la industria, la construcción o los servicios.

USO exige la adopción inmediata de medidas urgentes y eficaces en materia de salud laboral, así como un mayor refuerzo de la inspección, la formación y la cultura preventiva. No queremos que ninguna persona tenga que arriesgar su vida por ganarse el sustento.

Un 12 % más de accidentes in itinere

Durante los dos primeros meses del año, se registraron 1.677 accidentes laborales con baja en jornada de trabajo. De ellos, 13 fueron graves y ninguno mortal. A esto se suman 243 accidentes in itinere, que crecieron un 12 % respecto al mismo periodo del año anterior. Es una tendencia al alza que ya se inició en enero.

Aunque la mayoría de los accidentes fueron leves, la persistencia de accidentes graves y el incremento de los accidentes in itinere reflejan debilidades estructurales en los sistemas de prevención y condiciones laborales.

Sectores con mayor incidencia

El sector servicios vuelve a liderar en número absoluto de accidentes (949 en jornada), seguido por la industria (428) y la construcción (238). Sin embargo, en términos de índice de incidencia (accidentes por cada 100.000 trabajadores), destacan las industrias extractivas, con cifras alarmantes: 19.373,2 en hombres y 3.908,8 en mujeres. Estas cifras superan ampliamente a otros sectores. Y eso que, como hemos remarcado al inicio de esta noticia, en los datos avanzados por el Ministerio para enero y febrero aún no está reflejado el gravísimo accidente de la mina de Zarréu.

Con ello, se confirma la necesidad urgente de reforzar la prevención en sectores de alto riesgo, como la minería, la silvicultura y la construcción, donde los índices también superan los 5.000 en hombres.

Enfoque por edad: riesgos en edades medias y mayores

Los tramos de edad de 35 a 54 años concentran la mayor parte de los accidentes (más del 50 %). Por un lado, teniendo en cuenta la edad media de la población global y la población trabajadora en el Principado, es normal que se den estas cifras.

Pero, por otro lado, se evidencia una acumulación de riesgo en los trabajadores con más experiencia laboral, posiblemente expuestos a mayores cargas físicas o estrés. Además, el tramo de 60 a 64 años reporta 4 accidentes graves, el mayor número en cualquier franja etaria. Esto nos urge a reconsiderar la exposición al riesgo de los trabajadores mayores, especialmente en tareas físicas o repetitivas.

Tipología de los accidentes graves

Los 13 accidentes graves del periodo analizado se distribuyen en:

  • 9 patologías traumáticas.
  • 2 accidentes de tráfico.
  • 2 patologías no traumáticas.

Todos ellos afectaron a hombres, lo que puede sugerir una mayor exposición de estos a trabajos de alto riesgo físico.

Comparativa interanual: luces y sombras

Aunque el número total de accidentes aumentó ligeramente respecto a 2024 (1,2 %) y el número de accidentes graves también subió (18,2 %), los accidentes mortales bajaron a cero. El índice global de incidencia disminuyó un 0,4 %, pero aumentó entre las mujeres (6,2 %), lo que sugiere que los avances no son homogéneos ni equitativos.

Por sectores:

  • En servicios subió el número de accidentes en un 4,9 %.
  • La construcción redujo su siniestralidad en un 10,2 %, aunque aún presenta un alto índice de incidencia (5.259,0).
  • La industria extractiva mostró el aumento más preocupante en accidentes y en su índice de incidencia: subió un 27,5 %.

Más inversión y formación en PRL

Desde USO-Asturias, consideramos que estos datos refuerzan varias reivindicaciones históricas en materia de Prevención de Riegos Laborales:

  • Mayor inversión en prevención de riesgos laborales, especialmente en sectores críticos como construcción, industria y minería.
  • Inspecciones más frecuentes y rigurosas por parte de las autoridades laborales, con especial atención a las subcontrataciones y falsos autónomos.
  • Reconocimiento del riesgo psicosocial, ya que muchos accidentes están asociados a la presión de trabajo, fatiga o estrés no contabilizados directamente. Por la infradeclaración de estas patologías, que, al no figurar en el cuadro de Enfermedades Profesionales, como venimos reclamando de forma reiterada desde USO, no se establece el origen laboral de las mismas.
  • Protección específica para colectivos vulnerables, como personas mayores de 55 años o trabajadoras en sectores feminizados, donde la precariedad y la multitarea aumentan los riesgos.
  • Participación activa en los comités de seguridad y salud para garantizar que las decisiones preventivas no sean meramente administrativas, sino participativas y adaptadas a la realidad laboral.

Las cifras muestran avances moderados en términos de mortalidad, pero con una preocupante persistencia de accidentes graves y sectores donde los riesgos siguen siendo desproporcionados. La prevención de riesgos laborales debe entenderse como una cuestión estructural de justicia social y no solo como un conjunto de normas técnicas. La implicación sindical en la supervisión, formación y evaluación de riesgos es imprescindible para construir entornos laborales dignos, seguros y saludables.