Los trabajadores de Zener deciden limitar su actividad ante la falta de EPI

Los trabajadores de Zener y Moncisa han decidido limitar su actividad ante la falta de equipos de protección individual (EPI) frente al coronavirus covid-19. De lo contrario, se estaría poniendo en riesgo su salud y la de los clientes a los que tienen que visitar en sus casas.

En un comunicado, la plantilla le ha transmitido a la empresa que no van a realizar altas en los domicilios particulares de los clientes ni ningún tipo de avería individual que conlleve la entrada en vivienda. Solo se hará con las personas que, por su situación de dependencia o vulnerabilidad, cuenten con cualquier tipo de dispositivo de teleasisintencia y puedan ver mermada su seguridad por cualquier tipo de fallo que pueda paralizar ese servicio.

También se atenderán averías “masivas” que impliquen a varios clientes, así como las que afecten directamente a los servicios sanitarios, de policía, bomberos o cualquier tipo de emergencias.

"Entendemos que no hacer un alta o avería en un domicilio particular no es un bien fundamental para la ciudadanía, y que el riesgo que podemos ocasionar para la salud pública no compensa los posibles incovenientes que con estas medidas podamos ocasionar", defiende Sergio García, delegado de USO en Zener Comunicaciones.

"Es un ejercicio de responsabilidad no intentar propagar el virus, en contra de lo que dice la operadora y la dirección de Zener, que priorizan el estado de sus cuentas a la salud de la ciudadanía" continúa García.

Zener, sin protocolos de actuación ni EPI ante el coronavirus

Desde el pasado 12 de marzo, los comités de Zener Comunicaciones y Zener Norte, en los cuales USO tiene representación, han intentado negociar con la dirección unos protocolos de actuación acordes al estado de alarma decretado ante el avance del coronavirus, sin obtener ninguna respuesta.

Por ello, se ha activado el articulo 21 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ante riesgo grave e inminente de ser infectados o infectar a los clientes, pero la empresa no ha dado contestación alguna.

Finalmente, las plantillas han tenido que llamar a la Policía Nacional para que verificase que no se podía trabajar en las condiciones en las cuales lo pretendían las empresas.