El paro bajó en Asturias en abril un tercio de los contratos indefinidos firmados

El paro bajó en abril en Asturias, pero lo hizo la tercera parte de los contratos indefinidos que se firmaron y con una de las subidas de afiliados más bajas del país

El paro bajó en Asturias en abril en 994 personas, hasta las 56.565 registradas. Sin embargo, el empujón al empleo en los servicios que supuso la Semana Santa fue menor que en el conjunto del país y el desempleo bajó menos que la media. También ha sido menor el aumento de cotizantes a la Seguridad Social. Con una subida de 2.203 personas, el 0,58 %, es una de las más bajas del país.

La paradoja es que se han firmado “el triple de contratos indefinidos que parados han descendido. Se han suscrito 18.864 contratos en abril, 6.203 de ellos, indefinidos. La precarización del contrato indefinido es evidente, pues muchos de esos contratos indefinidos no han durado ni un mes”, denuncia Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias.

“El problema es que se firman contratos indefinidos, pero no se crean puestos indefinidos. Hemos comprado un collar nuevo para el mismo perro. El empleo estable en Asturias no pasa por el nombre del contrato, sino por luchar por retener la industria que tenemos y atraer nuevos proyectos, por recuperar el 20 % de PIB industrial, como sí mantiene Euskadi”, pide el coordinador de USO-Asturias.

La brecha de género en el paro

A pesar de que el paro en Asturias está en las cifras más bajas de los últimos años, la recuperación por sexos es desigual. La menor brecha se dio nada más comenzada la pandemia, con un histórico 54,43 mujeres paradas por cada 100 personas. “Esto se debió al auge del empleo en cuidados y limpieza en los meses más duros de la pandemia. Sin embargo, desde ese abril de 2020, la brecha en el paro no ha hecho más que crecer”, denuncia Rivero.

Así, en 2022 ya estaba por encima de los valores de 2019, con el 57,70 %; en 2023 creció hasta el 58,60 %; y este abril ha cerrado con un 58,79 %.

“Es decir, de cada 100 parados en Asturias, 59 son mujeres. Solo hay menos paradas que paradas entre los menores de 25 años, porque ellas estiran más la formación. Pero la diferencia es flagrante entre las paradas de larga duración: las mujeres sin empleo anterior casi duplican a los hombres, 3.817 frente a 2.195. Los datos más preocupantes se dan entre mayores de 30 años. Hay 1.050 mujeres de 30 a 44 años y 1.542, con más de 45 años que son paradas de larga duración, frente a 481 y 418 hombres, respectivamente. El edadismo contra las mujeres las sitúa en riesgo de pobreza en el último tramo de su carrera laboral y ante las pensiones”, advierte Rivero.